Enviado a la página web de Redes Cristianas
La divulgación de los textos de la Escritura en las misas dominicales, es decir, la más importante de las ocasiones de divulgarla, está ceñida a un programa de tres años, que se va repitiendo, en el cual son fijadas estrictamente las tres lecturas de cada una de las misas de cada uno de los domingos de tres años seguidos. Y…, además, esta serie está compuesta, aprobada y controlada desde un organismo vaticano, para todo el mundo. (Mal asunto…) Esta fijación, este control centralizado, tendrían que implicar que ese orden estuviera muy bien establecido, y fuera de alta calidad, tanto en el aspecto cristiano como en el cultural.
Desgraciadamente, como veremos, no es así. En general y en todos los aspectos de la vida, centralizado y mal hecho suele ser la nota más frecuente. En este caso, intentaré hacer ver que está muy mal hecho.
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